La principal razón para crear este espacio es la de que en este tiempo de cambios infinitos, dotados de una velocidad desconocida, queremos ponerlo todo en pausa y reflexionar durante un momento sobre la adaptación de nuestro respirar humano al enorme desarrollo tecnológico. Y para este ejercicio nada mejor que usar una de esas formas de narrativa que están explorando actualmente sus limites creativos como ninguna, esas pequeñas historias hechas de capítulos y temporadas.
Y esto es lo que ha pensado Charlie Brooker, escritor de una columna, o de una sección del digital de The Guardian sobre tecnología, que también tiene Twitter claro, y ahora ha decidido convertir sus reflexiones en esta miniserie británica de tres capitulos del canal Channel 4 llamada Black Mirror que es casi metarranativa tecnológica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario